El «fake news» de un diario frances
En octubre se develan los ganadores de los premios Nobel, es curioso como nació tan prestigioso premio. Se podría decir que sin el «fake news» de un diario francés, quizás no existieran los premios Nobel. Resulta que Alfred Nobel leyó su obituario, titulado: “El mercader de la muerte ha muerto” con 8 años de antelación y obviamente no le gustó. El fallecido había sido su hermano Ludven, pero el error del diario francés lo inspiró a cambiar su testamento. Así sería la mortificación del pobre Alfred, ante la idea de ser recordado de esa manera tan poco halagadora, que se puso en campaña para mejorar la imagen de su legado. La dinamita fue su invento más famoso, pero Alfred Nobel, fue prolífico como inventor, tenía en su haber 355 patentes. No iba a querer pasar a la historia solo como el pseudo responsable de tanta muerte y destrucción.

Luego del incidente del obituario, se dedicó a reparar su reputación y buen nombre. Alfred Nobel, fue un genio, también un idealista, creyó que su invento traería la paz mundial, «cuando el hombre entienda que la dinamita podría eliminar ejércitos completos, se acabaran las guerras«. Siendo a un hombre a todas luces de principios y buen corazón. Se sintió obligado a redimirse y cambió su testamento, para crear un premio para aquellos que hubieran contribuido grandemente al bien de la humanidad. Así cada 10 de diciembre con toda pompa que pueden ofrecer los reyes suecos, se hace la entrega de los premios de física, química, medicina y literatura. El premio Nobel de la paz está a cargo del Comité Noruego.
La entrega del Nobel es un acontecimiento mundial con sobrada razón, es un premio de gran prestigio. Los preparativos acaparan la atención de todos los medios de información suecos. Los responsables de la cena y la decoración de los salones se convierten en celebridades mediáticas. La inspiración y la composición de los platillos que componen el banquete son desmenuzados con lujo de detalles en el horario estelar de la TV, así como se pasa revista al posible atuendo de la reina, princesas y personalidades que asisten al magno evento.

Los suecos como gente sería que son, entregaron a las distintas academias e institutos competentes la selección de los premiados para física, química, medicina y literatura. Cada año los distintos responsables se dedican al estudio concienzudo de los méritos de los nominados a recibir los premios Nobel en sus distintas categorías. Los premiados suelen gozar de aceptación general. La academia sueca había hecho un trabajo pulcro y transparente para mantener el prestigio de los premios. Sin embargo, este se vio empañado al otorgarle el premio al cantante Bod Dylan (2017) lo cual generó mucha controversia entre los escritores y gente de letras, para colmo el susodicho se negó a aceptar el premio y la dejó con los crespos hechos. Luego se arrepintió y recibió la medalla en un evento privado. La mala racha continuó el año siguiente con el escándalo de tráfico de influencias y denuncias de abusos sexuales. Como resultado de la debacle no se otorgó el premio de literatura en el 2018. El premio de literatura se aplazó un año, hasta completar la reforma de la academia de literatura. Me imagino la tristeza de los ganadores de los años 2018/19, que pasaron por debajo de la mesa. Por lo general el Nobel de literatura genera mayor expectación que el resto de los premios, el galardonado goza de fama inmediata, quizás porque todos nos sentimos más cerca de comprender la obra literaria, aunque no tengamos idea de que se trata el libro podemos montarnos en la ola y comentarlo. Muy pocos entienden los importantes aportes de los demás premiados del área de las ciencias.



Los noruegos han sido un poco más díscolos con la entrega del Premio Nobel para la paz. No se sabe en que se basa la selección. Muy cuestionada el galardón a la Unión Europea (2012) y que decir de Obama, lo recibió con apenas un año de haber sido electo sin tener méritos que mostrar. Tratándose de un hombre comedido debió pasar un bochorno al enterarse de semejante distinción. Si lo de Obama fue una sorpresa no puedo imaginarme que hubiese pasado si se lo otorgaran a Trump o a Putin. Los noruegos parecen ser unos bromistas consumados. Este año sin embargo estuvieron de lo más bien comportados al otorgarle el premio a la organización mundial de alimentos de las Naciones Unidas, al parecer han hecho un trabajo extraoridnario durante la pandemia.
Este año la entrega de los premios será la más aburrida de la historia debido a la pandemia. Si existiese un galardón al suceso más nefasto del año, el covid19 se llevaría el premio sin competencia alguna.