
Los sueños son el motor de la vida
Los sueños son el motor de la vida, nos animan a ser mejores, nos dan fuerza cuando sentimos que no podemos más, le dan sentido a nuestra existencia.
La gran pregunta para mí es, cuando dejar ir un sueño, ¿cómo discernir entre cobardía y prudencia? ¿cómo saber si es tiempo de repensar un sueño o abandonarlo del todo?
No son cuestionamientos fáciles de responder. Más cuando has invertido tiempo y dinero trabajando para hacer realidad ese sueño.
La coherencia como compás

Yo creo, o por lo menos es mi experiencia personal, que toca revisar ese sueño de vez en cuando, poner atención a tus emociones. Usar la coherencia como compás: qué siento, qué pienso, qué digo y qué hago.
Prestar atención a tu cuerpo, que nunca miente. ¿Aún te emociona?, ¿cómo se siente en el cuerpo cuando hablas o te imaginas viviendo esa realidad? Escuchar el cuerpo es fundamental, ¿qué sientes en el pecho, en el estómago?
Hacerte preguntas incómodas
Revisar el espacio de realización de nuestro sueño, sin aferrarse tercamente a un ideal. Hacerte preguntas quizás incómodas:
- ¿Es ese sueño verdaderamente tuyo o es el sueño de alguien más?
- ¿Es ese sueño compatible con tu paz y felicidad?
- ¿El éxito de ese sueño depende solo de ti?
Un sueño por sí mismo no necesariamente nos dará felicidad, sino está alineado con nuestros valores innegociables.
Recientemente me tocó decir adiós a un sueño que había acunado por varios años. Me despedí poco a poco y con cariño, de hecho, este texto es parte del ritual de despedida. Una despedida un poco triste como todas las despedidas. Decir adiós a lo que pudo ser, con nostalgia, pero sin amarguras, le agradezco la visión que me dio y también entender lo qué es realmente importante para mí y el porqué ya no me daba alegría.
La flexibilidad una vez más vino a mi rescate
El sueño original sigue vivo, pero me toca reconfigurarlo, ser flexible. Cambiar el escenario, cortar y pegar, volver a mis “¿para qués? Revisar mis motivaciones intrínsecas para recomponer un sueño que me haga suspirar de nuevo, que me haga sentir mariposas en el estómago y alegría en el corazón. Un sueño que sé que puedo y quiero realizar.
Cuéntame de tus sueños, cuántas veces los has dejado ir.
Gracias, precisamente estoy pasando por ese momento en el cual tenemos un sueño y aunque lo mantengamos debemos darle un cambio, un giro, restructurar lo. Es duro , pero no imposible, gracias! Un abrazo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Mi querida Reyna, gracias por comentar, en efecto es duro despedirese de un sueño. Tambien es bueno revisarlos de vez en cuando y preguntarnos si ese sueño se parece a la persona que eres hoy. Tengo tantas ganas de conversar contigo. Un abrazote.
Me gustaMe gusta