
Sistema de activación reticular
No te pasa que un día te fijas en un auto rojo y de repente te parece que los autos de color rojo están en todas partes. Al igual pasa si decides poner atención a las mujeres embarazadas, al poco tiempo creerás que hay una explosión demográfica exacerbada en el planeta. ¡Hay embarazadas en todas partes! No, no hay más autos rojos o más embarazadas, es sólo que tú les prestas atención y ahora son visibles para ti.
Dónde pones tu atención se expande, esto ocurre porque nuestro cerebro filtra la información que decide mostrarnos, este proceso se llama sistema de información reticular RAS.
Para entender qué hace el sistema de activación reticular, primero tenemos que saber qué es. El sistema de activación reticular, o RAS, es una parte del cerebro que comienza cerca de la parte superior de la columna vertebral y se extiende hacia arriba alrededor de dos pulgadas. Tiene un diámetro un poco más grande que un lápiz. Todos nuestros sentidos (excepto el olfato, que va al centro emocional de nuestro cerebro) están conectados directamente a este conjunto de neuronas que tiene aproximadamente el tamaño de su dedo meñique.
El RAS se compara con un filtro o un portero de un club diciendo quién puede entrar al local. Se asegura de que el cerebro no tenga que lidiar con más información de la que puede manejar. Por lo tanto, el sistema de activación reticular juega un papel importante en la información sensorial que se percibe a diario.

¿Cómo ponemos el RAS a nuestro servicio?
Una vez que ya sabemos porque vemos el mundo como lo percibimos es momento de tomar acción. Colocamos nuestro cerebro a nuestro servicio decidiendo de antemano donde quiero poner mi atención, qué quiero registrar en mi campo de visión, qué es importante para mí bienestar, como por ejemplo un tablero de visiones.
Evitando exponernos demasíado a los noticieros. Cuando guiamos nuestro RAS, hacia experiencias positivas, vamos a estar percibiendo todas las cosas bonitas que tenemos a nuestro alrededor, vamos a estar atentos a la belleza y las alegrías cotidianas, por ende, tendremos una vida más feliz.
Todos tenemos momentos de disfrute en nuestra vida
Te invito a estar alertas a los momentos de disfrute en tu día. Hace poco hice un reto de encontrar tres momentos en el día en los que nos sentimos contentas.
Durante veinte y un días estuvimos a la caza de momentos de alegría cotidiana. Todas nos sentimos satisfechas con nuestras pequeñas o grandes alegrías, fue muy lindo e inspirador compartirlas.
Mis días terminaban agradeciendo por mis alegrías, una conversación con una amiga, una buena taza de café, un libro maravilloso, dar una caminata. Lo bien que te sientes cuando haces algo por alguien.
Cuando detectamos esos momentos que nos dan alegría, que nos dan placer, podemos recrearlos más a menudo, nos damos amor y tenemos una vida más plena.
¿Cuéntame qué te pareció conocer el RAS, ya lo conocías, lo pones a tu servicio?